Los efectos del LSD sobre el lenguaje
Publicado
Enero 23, 2017
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El LSD se ha usado para buscar el conocimiento y la sabiduría más allá de los sentidos. Un nuevo estudio demuestra que tiene importantes efectos sobre el uso del lenguaje.
El LSD, o dietilamida de ácido lisérgico, es un potente psicodélico que fue en gran medida el responsable de la mayoría de los movimientos sociales de los años sesenta. Y también del movimiento psicodélico que adopta el consumo de esta sustancia para ampliar el funcionamiento de la mente humana. Todo el que haya experimentado un viaje con LSD, sabrá que la información extrasensorial que llega a su mente no son meras fantasías. El LSD conecta partes del cerebro que normalmente no tienen relación. Este entrelazamiento de funciones cerebrales permite a algunas personas oler sonidos o saborear colores. Además de este aspecto intangible, se ha descubierto que el LSD tiene numerosos usos en el tratamiento de trastornos psicológicos, ya que reconfigura las vías naturales del cerebro. Aparte de su utilización en psicología, la ciencia ha descubierto hace poco una consecuencia involuntaria del consumo de LSD: afecta de forma significativa al centro cerebral del lenguaje y parece activar nuevas vías semánticas. En otras palabras, tiene el potencial de desencadenar el desarrollo lingüístico.
En un reciente estudio titulado "Semantic Activation in LSD: Evidence From Picture Naming" realizado por la Dra. Neiloufar Family y publicado en el Journal of Language, Cognition and Neuroscience, se intenta entender la relación entre el LSD y el lenguaje. Hace tiempo que los abastecedores de psicodélicos recurren al LSD y a las setas alucinógenas para estimular la creatividad artística o acabar con el bloqueo de escritor. Esta relación entre el aumento de actividad del centro cerebral del lenguaje y el consumo de LSD podría tener enormes repercusiones para el futuro del LSD como potenciador de la creatividad, e incluso quizás para superar problemas de desarrollo del lenguaje. El estudio de la Dra. Family descubrió que las personas que se encuentran bajo la influencia del LSD parecen tener "un mejor acceso a palabras relacionadas", lo que indica que esta sustancia provoca un aumento de la actividad del centro del lenguaje del cerebro. Según Family: "Esto indica que sus vías semánticas se activan de forma más enérgica. Hay más palabras compitiendo".
Para este estudio, la Dra. Family reunió a un grupo de diez participantes. En una primera visita, se les suministró una pequeña dosis de LSD, mientras que la segunda vez se les dio un placebo. Se mostró a cada participante una serie de imágenes y se les pidió que dijeran de qué se trataban. Si se les mostraba la imagen de un coche, algunos respondían 'autobús' o 'camión', una respuesta cercana pero no exacta. Esto ocurrió con más frecuencia cuando los participantes se encontraban bajo los efectos del LSD, en contraposición con el placebo. Lo que esto parece indicar, es que el consumo de LSD "provoca una cascada de asociaciones que permiten un acceso más rápido a conceptos almacenados en la mente", según la Dra. Family. En última instancia, este efecto tipo 'Tesauro' ayuda al cerebro a acceder a rincones menos usados de la mente. Aparte de la lengua, las implicaciones de poder llegar a profundidades invisibles de la mente podrían tener grandes consecuencias para el tratamiento de la amnesia y otros trastornos de la memoria.
"El lenguaje es una de las pocas formas en que podemos describir lo que está sucediendo en nuestra mente, y una de las herramientas que utilizamos para entender la experiencia psicodélica. Con el LSD se puede averiguar más acerca del cerebro, de la misma forma que un científico examina una disfunción de un órgano para entender mejor su funcionamiento", añade Family. Aunque el experimento mostró un aumento de la actividad en el centro cerebral de lenguaje, se produjeron otras observaciones. Cuando un sujeto que había tomado LSD respondía a las imágenes, aunque la respuesta inicial no siempre era la correcta, se corregía rápidamente. El hecho de dar una respuesta incorrecta a preguntas tan básicas, demuestra una falta de autocontrol. Quizás cuando nos fundimos con el entorno y perdemos conciencia de la realidad, desaparecen conceptos como la "timidez".
Aunque el LSD se conoce desde hace medio siglo, su acceso con fines de investigación se encuentra muy limitado como consecuencia de una estricta regulación. Sólo se han aprobado unos cuantos estudios, como el de la Dra. Family. Sin embargo, la información que tenemos indica que el LSD tiene un futuro muy prometedor en la investigación médica. La droga en sí es sólo una llave y no tiene beneficios medicinales inherentes. Lo que importa es lo que está detrás de la puerta que abre el LSD. La naturaleza disociativa del LSD desconecta al paciente de su enfermedad, ya sea la ansiedad, el TEPT o incluso una adicción. Esta desconexión es lo que le permite comenzar su proceso de curación. Los efectos de las terapias con LSD parecen ser bastante duraderos, y no soluciones a corto plazo. Uno de los aspectos más interesantes de estas terapias es que parecen ayudar con trastornos que apenas contaban con tratamiento hasta ahora.
Es lamentable que las leyes de nuestra sociedad no permitan la realización de estudios avanzados sobre el LSD y otros psicodélicos con el fin de descubrir su verdadero potencial médico. Según la información que disponemos, parece ser que las propiedades místicas del LSD están perdiendo su misticismo. Tras averiguar que el LSD tiene un importante efecto sobre el centro cerebral del lenguaje y que parece afectar de forma positiva a trastornos que se creían incurables, lo mejor para todo el mundo sería continuar con estas investigaciones y descubrir qué puertas puede abrir el LSD.