¿Qué es la teoría del mono dopado y por qué es importante?

Si alguna vez has probado las setas psicodélicas, probablemente sepas que pueden abrir la mente de una forma que es difícil de lograr en un estado de conciencia normal. Pero, ¿te has planteado la posibilidad de que sean la razón por la cual hemos evolucionado hasta la especie intelectual que somos hoy en día?

Eso es exactamente lo que dice la teoría del "mono dopado": que las setas alucinógenas fueron lo que nos transformaron de cavernícolas a Miguel Ángeles, de primates a Einsteins. Es una idea interesante, y parece plausible en algunos aspectos, aunque tiene sus limitaciones. Así que veamos con más detalle esta teoría, y analicemos las razones por las que podría ser o no correcta.

¿QUÉ ES EXACTAMENTE LA TEORÍA DEL MONO DOPADO?

La idea que defiende la teoría del mono dopado es que el salto evolutivo de Homo erectus_ a _Homo sapiens fue provocado por el consumo de hongos psicodélicos. Es una posible respuesta a la eterna pregunta de cómo pasamos del primer hombre erguido a personas con un cerebro el doble de grande, una hazaña que tuvo lugar en solo 200.000 años, que prácticamente es un instante desde el punto de vista evolutivo.

Esta teoría fue planteada por primera vez por Terence McKenna en 1992. Un etnobotánico, místico, psiconauta y autor estadounidense defensor del consumo responsable de plantas psicoactivas como el cannabis y los hongos mágicos. Es conocido por sus apasionadas conferencias sobre numerosos temas, como plantas y sustancias psicodélicas, chamanismo, metafísica, alquimia, lenguaje, filosofía, cultura, tecnología, medio ambiente, y, - tal vez su obra más famosa - el origen teórico de la conciencia humana.

Durante años, se consideró descabellada y cuestionable, pero debido al renovado interés en el potencial terapéutico de los hongos psilocibios, la teoría del mono dopado está atrayendo mucha atención en los últimos años.

McKenna formuló la hipótesis de que "las setas mágicas desempeñaron un papel crucial en la evolución de nuestra especie". Creía que los hongos agudizan la vista, lo que haría más fácil la caza, y también estimulan el deseo sexual, potenciando la fecundidad. McKenna también planteó que los hongos mágicos tuvieron un efecto muy profundo sobre el intelectualismo humano al "estimular la parte del cerebro que controla el lenguaje e inducir experiencias religiosas que habrían allanado el camino hacia la conducta moderna".

En resumen, creía que las setas alucinógenas fueron un catalizador evolutivo que con el tiempo nos transformó en la raza humana que somos hoy en día.

LOS PSICODÉLICOS Y LA PSIQUE HUMANA

Lo cierto es que la ciencia todavía no se ha puesto al día con el tema de los psicodélicos, por lo que su efecto sobre la mente humana sigue siendo un misterio. Afortunadamente, cada vez se están llevando a cabo más estudios en este campo, y parece que los psicodélicos reducen la actividad de la parte del cerebro denominada red neuronal por defecto. Esta red regula nuestro sentido de identidad y cómo interpretamos lo que ocurre a nuestro alrededor. Básicamente, controla nuestro sentido de ser más profundo.

Resulta que los psicodélicos "desconectan" esta red, lo que hace que se formen nuevas conexiones en el cerebro, aunque de forma temporal. Sin embargo, estas conexiones pueden dar lugar a invenciones, epifanías y a la interrupción de los patrones negativos que se han ido formando en el cerebro durante un periodo largo de tiempo.

Los investigadores creen que esto podría "reiniciar el cerebro", por así decirlo, y muchos de ellos también opinan que podría enviar al consumidor a un "estado superior de consciencia", en comparación con nuestra típica conciencia cuando estamos despiertos.

A causa de esto, ahora se estudian los psicodélicos para encontrar la forma de combatir diversas enfermedades mentales. Mediante un método conocido como "microdosificación", la gente toma dosis minúsculas de una sustancia psicodélica (por lo general psilocibina) para tratar la ansiedad, la depresión, el TEPT y otros trastornos de salud mental. Esta pequeña cantidad no es suficiente para hacerte alucinar, pero tiene ciertos efectos indirectos sobre el cerebro.

Según el Dr. Matthew Johnson, profesor adjunto de Psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Universidad Johns Hopkins: "Hemos descubierto una importante reducción [de los niveles de ansiedad y depresión] tras una sesión con dosis altas, y la reducción ha perdurado hasta seis meses después".

ARGUMENTOS EN CONTRA DE LA TEORÍA DEL MONO DOPADO

Como es natural, esta teoría es un poco polémica, y muchas personas tienen argumentos vehementes en contra. Por ejemplo, creen que McKenna se basaba en suposiciones y no tenía ninguna prueba que respaldara sus afirmaciones.

"Con cada uno de sus supuestos, surge la pregunta: ¿dónde están las pruebas?", dice el escritor londinense Sam Woolfe. "También parece que McKenna tergiversó los hallazgos de Fischer y Hill. En este estudio, lo que en realidad descubrieron fue que la psilocibina altera la percepción, no la agudeza visual ni la detección de los bordes. La droga cambia el aspecto de las cosas, no su definición. De hecho, en un documento redactado por estos dos científicos, destacan que el cambio en la percepción causado por una 'dosis baja de psilocibina podría no ser favorable' para la supervivencia del organismo".

Dicho esto, incluso Woolfe señala que el estudio dice, "podría no ser", lo que tampoco es definitivo. Pero sigamos adelante. Muchas personas también opinan que el argumento de McKenna de que unas dosis altas de psilocibina inducirían "experiencias visuales extáticas y que servirían como base de la religión", aún no se ha verificado.

Los primeros indicios de la religión se remontan al arte rupestre europeo de hace unos 40.000 años, que es mucho más reciente que el momento en el que se duplicó el tamaño de nuestro cerebro. Se cree que el aumento del tamaño cerebral tuvo lugar entre 2 y 4 millones de años atrás. Sin embargo, es razonable pensar que, aunque existieran pruebas de creencias religiosas o míticas en ese lapso de tiempo, podrían haber desaparecido.

REFLEXIONES FINALES SOBRE LA TEORÍA DEL MONO DOPADO

Independientemente de en qué bando te encuentres, la teoría del mono dopado es muy interesante. Aunque no está basada en ningún dato científico real, es fascinante pensar que las setas alucinógenas fueron el catalizador que nos llevó a un plano superior de conciencia mental.

Pero mirar hacia adelante siempre es más proactivo que echar la vista atrás, y estamos deseosos de ver qué nos depara el futuro en cuanto a investigación psicodélica, regulación y cambios sociales.