Setas mágicas: ¿una cura para las adicciones?

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Setas mágicas: ¿una cura para las adicciones?

Las drogas psicodelicas siempre han despertado el interes de ciertas subculturas. Te podria sorprender que la psilocibina (el compuesto activo de las setas magicas) este siendo investigada como posible cura para la adiccion al tabaco y al alcohol. Los estudios preliminares son muy prometedores y el mecanismo detras de esta droga suena fascinante.

QUÍMICA

Los hongos alucinógenos son setas que contienen los compuestos psicodélicos psilocibina y psilocina. Las especies biológicas de hongos psilocibios incluyen: Galerina, Gymnopilus, Inocybe, Mycena, Panaeolus, Pholiotina, Pluteos o Psilocybe.

Los utilizados más comúnmente son los del género Psilocybe. Bajo esta denominación se agrupan más de 100 especies diferentes. Las setas mágicas o alucinógenas son algunos de los términos más coloquiales para referirse a los hongos psilocibios.

La psilocibina y psilocina tienen estructuras análogas a las de la serotonina. Una serie de receptores de serotonina son activados por estos compuestos psicodélicos. Estos receptores de serotonina se encuentran en el sistema nervioso central y periférico.

Otros análogos funcionales de la psilocibina y la psilocina son diversas triptaminas psicodélicas como la DMT (o N,N-Dimetiltriptamina), 4-AcO-DMT, 5-MeO-DMT y 5-HO-DMT.

La Dimetiltriptamina no es activa por vía oral, ya que nuestro estómago produce enzimas que la descomponen en ingredientes no activos. Pociones rituales como la ayahuasca combinan DMT con unos inhibidores particulares de enzimas para asegurar su eficacia.

La psilocibina y la psilocina son ambas activas por vía oral, así como los análogos funcionales DMT.

USO HISTÓRICO

Las setas mágicas han sido utilizadas desde hace mucho tiempo en rituales chamánicos para conseguir experiencias enteogénicas: sobre todo en Centroamérica y África. Todavía hay indicios no confirmados de que los hongos psilocibios eran utilizados en tiempos prehistóricos y algunos hasta los consideran el origen de los procesos cerebrales de los humanos modernos. Esto son básicamente especulaciones, sin suficientes evidencias materiales para poder considerarse una realidad científica. Aun así, es una hipótesis muy inspiradora.

En la sociedad moderna, las drogas psicodélicas cayeron bastante en el olvido, sólo hasta mediados del siglo XX. Los años 50 y 60 fueron una época muy prolífica en el estudio de las drogas psicodélicas. Las terapias psicodélicas (uso de drogas psicodélicas en tratamientos) eran una herramienta habitual de la psicoterapia, con aplicaciones para el tratamiento de la ansiedad, depresión y adicciones, aunque también se experimentó con su uso para otros trastornos diversos.

Durante ese mismo período, las drogas psicodélicas eran drogas recreativas extendidas. Eran principalmente consumidas en las esferas de la contracultura de esa época (su uso era a menudo irresponsable y provocaba incidentes). A mediados de los 60 las drogas psicodélicas comenzaron a ser prohibidas en todo el mundo. Sin razón lógica, las investigaciones con sustancias psicodélicas fueron prohibidas también, o en algunos casos simplemente dejaron de financiarse.

INVESTIGACIÓN MODERNA

A pesar de que la investigación con psicodélicos se paralizó en los años 60, hoy parece estar al borde del resurgimiento. Una triste estadística muestra que en los últimos 25 años sólo se desarrollaron 151 estudios médicos con psicodélicos, de los cuales apenas 6 cumplían los criterios científicos requeridos. Las investigaciones publicadas sugerían efectos beneficiosos para el tratamiento de depresiones recurrentes y ansiedad asociadas con enfermedades potencialmente mortales, así como para las dependencias del tabaco y el alcohol.

PSILOCIBINA Y ADICCIONES

Un estudio elaborado por la Universidad John Hopkins es particularmente interesante. Los investigadores universitarios estudiaron un pequeño grupo de fumadores de larga duración que previamente habían fracasado en sus intentos de dejar el hábito. La psilocibina se usó para apoyar un programa de terapia cognitiva conductual, y sus resultados fueron espectaculares.

El ratio de abstinencia entre los participantes del estudio fue del 80 por ciento tras seis meses.

Un ratio de abstinencia del 80 por ciento es bastante destacable cuando se compara con los resultados de los métodos de tratamiento del tabaquismo actuales.

La vareniclina se considera el medicamento más efectivo para dejar de fumar en la actualidad. Con la administración de vareniclina se suele conseguir que un 35% de los fumadores tengan éxito en un plazo de seis meses: incomparable con el 80 por ciento experimentado en el primer estudio preliminar con psilocibina.

¿CÓMO SE LLEVÓ A CABO EL ESTUDIO?

El estudio se desarrolló en una pequeña muestra de 15 personas, 10 hombres y 5 mujeres. La edad media de los participantes era de 51 años. Todos ellos habían intentado dejar de fumar anteriormente. Como promedio, los participantes habían fumado 19 cigarrillos al día durante 31 años.

Dos terceras partes de los sujetos declararon haber consumido alucinógenos en el pasado, pero eso había ocurrido, como media, 27 años antes de este estudio.

Los individuos fueron tratados con tres dosis de psilocibina en total, aplicando una dosis superior de la droga en cada sesión. La primera dosis se administró el día que se habían propuesto dejar de fumar. Las otras dos sesiones se programaron para dos y ocho semanas más tarde.

Cada sesión con psilocibina duraba entre 6 y 7 horas. Los participantes se encontraban en un ambiente cómodo y relajado donde eran supervisados por dos miembros del equipo de investigación. Usaban gafas de sol y cascos con música relajante. Básicamente, se les animaba a relajarse y centrarse en sus experiencias interiores.

Mientras participaban en el estudio, los sujetos se involucraban en una terapia cognitivo conductual, con el objetivo de contribuir al abandono del hábito. Todos los individuos tomaban parte en sesiones semanales de entrevistas personales y usaban otras técnicas de apoyo, como anotar en un diario las situaciones en las que sentían mono.

¿CÓMO FUNCIONA?

En lo que respecta al mecanismo detrás de esta relación entre psilocibina y adicción al tabaco, Matthew W. Johnson, el autor de dicho estudio, comparte esta interesante perspectiva: "Dejar de fumar no es una simple reacción biológica a la psilocibina, al igual que con otras medicaciones que afectan directamente a los receptores de nicotina. Cuando se administra tras una cuidadosa preparación y en un contexto terapéutico, la psilocibina puede inducir una reflexión profunda sobre la vida personal y despertar la motivación para cambiarla".

Kathleen Conneally participó en el estudio mencionado. Tras él, dejó su hábito después de décadas fumando. Su descripción de la experiencia nos da una perspectiva sobre cómo la psilocibina ayuda a tratar adicciones.

Tras consumir psilocibina, ella tuvo una visión. En ella, se convertía en una vid con una gran flor violeta, sintiéndose orgullosa y todopoderosa. Se había visto a sí misma estresada y fumando, y a su padre maltratador, pero sintió que ella era superior a todo esto. Todos sus problemas parecían insignificantes, fumar era una opción, pero simplemente no tenía ningún sentido. Encontrar una razón para fumar le parecía imposible. Esa sensación la acompañó durante mucho tiempo tras el consumo de psilocibina y ayudó a Conneally a dejar de fumar para siempre.

La abstinencia es un aspecto importante de la adicción, pero sin duda no es la clave para solucionarla. La mayoría de las adicciones vienen de un problema psicológico. A medida que nuestra vida avanza, todos sufrimos ciertos traumas. Dichos traumas suelen llevar a patrones de pensamiento negativos que se arraigan en nuestras mentes y son muy difíciles de romper. Esos patrones de pensamiento terminan controlando nuestra conducta, y en algunos casos provocan comportamientos adictivos.

La psilocibina permite una comunicación cruzada en nuestro cerebro. Activa múltiples regiones del cerebro posibilitando que se comuniquen entre ellas. Esto cambia drásticamente nuestros patrones de pensamiento regulares y puede conducir a revelaciones sobre nuestras motivaciones y comportamientos.

A pesar de que toda investigación referente a esto está aún en pañales, muestra un potencial interesante y ofrece esperanzas que probablemente superan nuestras expectativas. Agárrense, porque se avecinan cambios importantes.