Setas mágicas y artes marciales: la historia

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Setas mágicas y artes marciales: la historia

Una mirada a la historia de las artes marciales y las setas magicas a traves de la mirada de Kilindi Iyi,el experto mas conocido del mundo en este asunto. Te presentamos el trabajo vital de Kilindi Iyi,su conexion con las artes marciales y los psicodelicos, asi como la relacion ya existente entre artes marciales y psicodelicos.

Las artes marciales tradicionales ofrecen un entrenamiento para mente y cuerpo. El contacto con el universo a un nivel espiritual, además de tener acceso a la energía infinita del cosmos son sólo algunas de los beneficios que las enseñanzas de las artes marciales tradicionales comparten con las experiencias que podemos vivir con los psicotrópicos. Para la mayoría, la violencia de la manifestación física de las artes marciales es lo que diferencia a ambas, pero no para Kilindi Iyi.

Kilindi Iyi es un artista marcial afroamericano y experto en psicodélicos. Es el instructor jefe y consejero técnico del Instituto Tamerrian Martial Art y orador habitual en conferencias sobre psicotrópicos. Ha conseguido unir los mundos de las artes marciales y las sustancias psicodélicas y ahora enseña al mundo sobre este asunto.

Según Kilindi Iyi, su historia con los psicotrópicos comenzó como una misión para comprender mejor las artes marciales y sus orígenes. Al parecer, todas las artes marciales tienen sus plantas vitales: plantas psicodélicas utilizadas en rituales para conseguir mayor fortaleza practicando el arte, tanto física como mental. Así que Kilindi Iyi emprendió un viaje de exploración.

A pesar de la escasez de material bibliográfico y conocimientos a la que se enfrentaba, Kilindi Iyi consiguió descubrir numerosas fórmulas de pócimas potenciadoras que conservaban algunos maestros africanos de las artes marciales, o magos, como algunos los llaman. Lo que descubrió es que muchas de ellas tienen un ingrediente común: el psilocybe semilanceata o monguis. De hecho, Kilindi Iyi señala que la prueba más antigua del consumo humano de setas está en África, junto con otros compuestos que se utilizan en diversos rituales de curanderos, prácticas de iniciación, tratamientos para principantes y el consumo de determinadas personalidades con poder. Un sistema ancestral muy desarrollado, que todavía sigue en uso en la actualidad.

LA DOSIS DE LOS HÉROES

En su trabajo con las setas mágicas, Kilindi Iyi ha alcanzado e incluso superado la nada desdeñable dosis de 30 gramos. Entre la comunidad psicodélica, esta dosis se conoce como "la dosis de los héroes". No es suficiente para provocar una sobredosis física (es casi imposible sufrir una sobredosis con setas mágicas), pero se necesita ser un maestro psicodélico experto y entrenado para soportar la violencia mental que puede suponer. Es mejor dejar que el propio Kilindi Iyi describa las dificultades que estos viajes heroicos pueden constituir para el consumidor:

"Una de las partes más exigentes es la comprensión de la soledad. La comprensión de la oscuridad, sin luz. La comprensión de que estos conceptos son creaciones de la consciencia, Una vez que el individuo pierde la consciencia primaria y se traslada a la oscuridad primaria, es tan oscuro que supera al negro. Esta es una de las experiencias más duras"

LA SABIDURÍA MARCIAL

Lo que semejantes dosis le han permitido es, en sus propias palabras, alcanzar distintos niveles e hiperespacios psicodélicos. Los conocimientos que obtiene con sus viajes son principalmente marciales, es decir, de alguna forma relacionados con las artes marciales. Esta conexión no es extraña, ya que la mayoría de consumidores de psicotrópicos extraen conocimientos sobre los temas que más les interesan, así que lo más normal es que el amor de Kilindi Iyi por las artes marciales le llevasen a los estados mentales que necesitaba para aprender sobre ellas. A medida que las dosis aumentaban también lo hacían las posibilidades. Incrementos en las dosis suponían alcanzar niveles nunca explorados, cada uno de ellos con sus realidades y sabidurías.

A diferencia de otros exploradores psicodélicos, Kilindi Iyi no defiende la idea de un universo pacífico y lleno de amor. Él admite que esas sensaciones son parte del universo, pero también afirma que además ha visto y experimentado los lados negativos.

Los viajes de Kilindi Iyi le han permitido observar y aprender sobre las misteriosas y mágicas formas de artes marciales. Las manifestaciones que él considera factibles son aquellas propias de artistas marciales legendarios como Hércules o los personajes de la película "El tigre y el dragón".

A pesar de que la mayoría de la gente se conforma con la visión y la sabiduría, hay quien discute el trabajo de Kilindi Iyi por su incapacidad para reproducirlo. Su respuesta es sencilla:

"No puedo trasladar físicamente lo que estoy estudiando a nadie, pero he tenido mis oportunidades en la vida real, que creía que nunca hubiera sido capaz de hacer, si no fuese por mi confianza, mi sabiduría, todo lo que he adquirido con mi entrenamiento enteogénico y me ha sido útil en mis estados físicos."

IDEAS FINALES

Si la perspectiva de Kilindi Iyi sobre las artes marciales y las drogas psicodélicas te parece interesante, puedes ver sus charlas en YouTube. También está trabajando en su libro "Hacia una singularidad orgánica".

Como consejo para todos aquellos que quieren aventurarse en el mundo de los psicodélicos, no sólo artistas marciales, es tener cuidado en tu toma de contacto con ellos, tómate tu tiempo y decide lo que quieres conseguir. Para terminar este post, lo más apropiado es citar al hombre que ha inspirado a tantos exploradores psicodélicos: Terence McKenna.

"Mi noción acerca de lo que significa la experiencia psicodélica, para nosotros, es que cada uno debe convertirse en pescador, salir al oscuro océano de su mente, y echar sus redes en ese mar.

No queremos encontrarnos con ningún monstruo, que rasgue nuestras redes, venga detrás y nos arrastre en nuestra humilde barca, es decir, hacia el abismo. Tampoco buscamos un banco de sardinas que se pueda escurrir de las redes y desaparecer. Ideas como: "¿Te has dado cuenta de que tu dedo meñique encaja perfectamente en tus agujeros de la nariz?", y cosas así. Lo que buscamos son ideas de mediano calibre, que no sean tan pequeñas que son triviales, ni tan grandes que son incomprensibles. Ideas de tamaño medio que podemos abordar con nuestra lancha y compartirlas con nuestros colegas en el puerto, tener pescado para cenar.

Cada uno de nosotros debería buscar esto cuando atravesamos a un estado psicodélico. No se puede hacer por nuestra elucidación, ni es parte de nuestra psicoterapia autodirigida. Eres un explorador, y representas a nuestra especie. Lo mejor que puedes hacer es volver con una idea nueva porque nuestro mundo está en peligro si faltan buenas ideas. Nuestro mundo está en crisis por la ausencia de consciencia.

Si cada uno de nosotros, en la medida de lo posible, puede traer de vuelta una pequeña parte de la imagen y contribuir a la construcción de un nuevo paradigma, entonces estaremos participando en la redención del espíritu humano, y eso, al fin y al cabo, es de lo que se trata todo esto.