Animales que adoran tanto los psicodélicos como los humanos

Los humanos no están solos en su amor por las drogas. Muchos otros animales han identificado plantas con las que pasar un buen rato. Los animales que se colocan son un fenómeno muy extendido, desde el Amazonas hasta la tundra ártica.

LOS ANIMALES DISFRUTAN TANTO LOS PSICODÉLICOS COMO NOSOTROS

Los humanos llevamos consumiendo psicodélicos desde la antigüedad con diversos propósitos espirituales para expandir nuestra mente y hasta para el disfrute recreativo. Algunos académicos han elaborado hipótesis sobre el papel de las setas mágicas en la evolución del cerebro humano. Aunque no somos la única especie que busca estas experiencias.

Muchos miembros del reino animal también se comen plantas alucinógenas y alteradoras de la mente. ¿Por qué? No estamos muy seguros, pero tenemos la sensación de que se han divertido mucho haciéndolo.

Los investigadores en el campo de la etnobotánica creen que los humanos pueden haberse interesado en algunos psicodélicos naturales observando los efectos que tenían en los animales. Y es correcto, deberíamos darles las gracias a los animales por darnos a conocer algunos de nuestros intoxicantes favoritos.

Veamos qué miembros del reino animal se han aficionado a alterar su conciencia y con qué drogas.

LOS MANDRILES Y SU GUSTO POR EL IBOGA

Los mandriles son primates de la selva tropical de Camerún, Gabón, Guinea Ecuatorial y del Congo. Se trata de uno de los primates más grandes del mundo y son muy similares a los babuinos. Cuando no están devorando fruta y escapando de leopardos, los mandriles buscan y consumen un psicodélico extremadamente potente, la raíz de iboga.

El iboga (_Tabernanthe iboga_) es un arbusto perenne de la selva tropical que produce el psicoactivo conocido como ibogaína alcaloide. La planta se utiliza en la disciplina espiritual Bwiti durante las ceremonias para inducir visiones increíbles.

Los mandriles también consumen la planta de iboga, pero en circunstancias diferentes. Los machos desentierran las raíces y las ingieren antes de competir por el dominio. Se cree que les da una ventaja física antes de la competición y que podría reducir el dolor.

JAGUARES A LA CAZA DE LA AYAHUASCA

Los jaguares son grandes felinos del género pantera. Estos grandes y musculosos predadores cubren un extenso rango geográfico que abarca desde el suroeste de los Estados Unidos, pasando por México y América Central, hasta llegar al Amazonas y Argentina. Los jaguares del Amazonas han sido observados colocándose gracias a la vid de ayahuasca (_Banisteriopsis caapi_).

La ayahuasca es una mezcla enteogénica utilizada en ceremonias tradicionales de curación por los índigenas del Amazonas. Se hace a partir de varias plantas, y el compuesto activo de la mezcla es el DMT, uno de los psicodélicos más potentes del planeta. La vid de ayahuasca no contiene la molécula, pero produce los alcaloides que impiden al cuerpo de descomponer el DMT de las otras plantas de la mezcla.

Los investigadores han conseguido grabar jaguares devorando la vid de ayahuasca. Después de ingerirla, estos grandes felinos abandonan su habitual estado de alerta y simplemente se relajan con la mirada perdida.

LOS RENOS Y LOS HONGOS ALUCINÓGENOS

La amanita muscaria es la quintaesencia de los hongos. Es ese tipo de seta que solemos ver en películas, cuentos de hadas y arte. Esa imagen es lo que viene a la mente cuando alguien habla de "hongos" o "setas".

Esta especie es nativa de las regiones templadas y boreales del hemisferio norte. Este hongo florece en áreas subárticas, un territorio que comparte con los renos.

La amanita muscaria contiene dos moléculas psicoactivas primarias: el ácido iboténico y el muscimol. El ácido iboténico está clasificado como una potente neurotoxina, mientras que el muscimol es más seguro y produce euforia, experiencias extracorporales y sedación.

Los renos no tienen ningún problema en comer las setas y parecer ebrios tras hacerlo. Parecen resistentes al ácido iboténico, que se descompone en muscimol en su sistema digestivo. El muscimol sobrevive durante este proceso y desaparece a través de la orina.

Los samis, pueblo autóctono de Laponia, descubrieron que los renos actúan como un filtro de las toxinas del hongo. Se sabe que bebían la orina de los renos que habían consumido la amanita muscaria para experimentar los efectos sin apenas toxicidad.

LOS GATOS ADORAN EL CATNIP

Todo el mundo los ha visto en vídeos virales. Los gatos abandonan su comportamiento instintivo cuando se encuentran con el catnip y se convierten en adictos. Lo huelen, se rebozan en él y hasta se lo comen. En poco tiempo, sus pupilas se dilatan y empiezan con su extraño comportamiento.

El catnip (_Nepeta cataria_) es una hierba nativa de Europa del Este, Occidente y partes de Asia. Cerca de dos tercios de los gatos se sienten muy atraídos por esta planta, incluyendo otros felinos como los tigres y los leones.

La molécula nepetalactona es la culpable de esta atracción. El monoterpenoide causa el babeo de los gatos, la somnolencia, la ansiedad y los hace saltar.

LOS DELFINES SE COLOCAN CON LAS TOXINAS DEL PEZ GLOBO

Los animales no solo consiguen sus drogas de las plantas, algunos buscan su fuente en otros animales. Cuando se ve amenazado, el pez globo libera una neurotoxina potencialmente mortal. Sin embargo, en dosis pequeñas, esta sustancia química altera la mente.

Han conseguido grabar a delfines aprovechándose de este sistema de defensa. Se muestran felices y eufóricos mientras se turnan para consumir estas toxinas.

EXPERIMENTOS ANIMALES

Los ejemplos anteriores muestran a animales buscando sustancias que alteran la mente en su entorno natural. Pero ¿qué pasa cuando los humanos introducen a algunas especies en el mundo de las drogas? Ten en cuenta que algunas de estas opciones pueden ser consideradas como maltrato animal.

MONOS FUMANDO DMT

El DMT fumado produce un efecto psicodélico extraordinariamente potente pero de corta duración. Los consumidores lo definen como ser catapultados a dimensiones alternativas, la sensación de abandonar el cuerpo y hasta de interactuar con entes.

Un experimento poco ético publicado en 1980 demostró los efectos del DMT en macacos rhesus. Los animales fueron entrenados para fumar cigarrillos de lechuga a cambio de agua. Los investigadores aislaron a los monos, colocándolos en cámaras de privación sensorial sin luz y sonido.

Tras varios días de aislamiento, los investigadores echaron DMT en los cigarrillos y observaron a los monos autoadministrándose DMT durante varios días. Los monos fueron grabados con cámaras infrarrojas y golpeando cosas en el aire. Un mono parecía divertirse con los efectos y decidió consumir dos cigarrillos enteros de DMT al día. Otro fumó un cigarrillo de DMT, se tumbó sobre su vientre, y empezó a mover las manos en el suelo de la jaula.

Los investigadores concluyeron que los resultados sugieren que los animales se autoadministran un alucinógeno cuando este les proporciona estimulación en un entorno deprimido.

PULPOS CON MDMA

El MDMA, también llamado éxtasis, produce estados profundos de euforia y alegría. Se adhiere a los receptores de la serotonina y estimula la liberación de neurotransmisores.

Los investigadores probaron los efectos de la droga en los pulpos, criaturas muy inteligentes que pueden resolver problemas complejos. Los pulpos son criaturas notablemente antisociales y a menudo comienzan a pelear cuando se encuentran.

Cuando los investigadores le daban MDMA a los pulpos, empezaban a socializar y a llevarse bien entre sí.

EL USO DE PSICODÉLICOS COMPARTIDO EN EL REINO ANIMAL

Los humanos pueden ser únicos con respecto a otros animales en muchos aspectos, pero no en las drogas. Muchas otras criaturas también disfrutan con potentes sustancias psicoactivas. Una vez más, las razones no están claras: ¿aburrimiento? ¿Impulso instintivo? Sea cual sea la causa, es una experiencia compartida entre los muchos animales de la tierra.