¿De dónde sacaron su magia las setas mágicas?

Las setas mágicas son muy diferentes unas de otras. Entonces, ¿cómo desarrollaron la capacidad para producir psilocibina? Sigue leyendo para echar un vistazo a la ancestral magia de los hongos psicodélicos.

Los hongos psilocibios han sido utilizados por numerosas culturas a lo largo de la historia, con fines tanto espirituales como recreativos. Pero si crees que las setas alucinógenas empezaron a producir psilocibina como reacción a la humanidad, te equivocas. Dejemos por un momento a un lado las afirmaciones antropocéntricas. En este artículo, vamos a echar un vistazo a las investigaciones que analizan por qué las setas mágicas son "mágicas", y cómo esta magia se ha esparcido de forma tan aleatoria por todo el árbol genealógico de los hongos.

Si te encantan las setas mágicas como a nosotros, es la oportunidad perfecta para arrojar algo de luz sobre el misterioso mundo de estos hongos fascinantes.

NOS QUEDA MUCHO QUE APRENDER DE LAS SETAS MÁGICAS

Como ya hemos mencionado, las setas alucinógenas han sido utilizadas a lo largo de la historia por numerosas culturas. Un buen ejemplo son las tribus indígenas de Mesoamérica, que las consumieron durante siglos. Las setas se incluían en ritos y ceremonias como medio para alcanzar un estado superior de conciencia. A pesar de este prolongado uso histórico, la ciencia moderna sabe muy poco sobre las aplicaciones y propiedades de los hongos mágicos.

Durante los 50 y los 60, los hongos psilocibios ganaron mucha popularidad en Occidente como droga recreativa. Y también empezaron a llamar la atención del mundo académico. En aquella época, se podían estudiar las sustancias alucinógenas sin impedimentos; y fue durante este período cuando Albert Hofmann y sus compañeros describieron las estructuras de la psilocina y la psilocibina, y las sintetizaron en el laboratorio.

Pero esta época dorada de la investigación académica de los psicodélicos no duró mucho. Muy pronto, la producción, distribución y consumo de alucinógenos quedó fuertemente restringida, e incluso prohibida, en todo el mundo. En los Estados Unidos, donde se había llevado a cabo gran parte de la investigación, todo terminó en 1970, cuando Richard Nixon promulgó la Ley de sustancias controladas.

La investigación de la psilocibina se detuvo por completo, lo que nos dejó sin ningún indicio de la biosíntesis de la psilocibina en setas, y de las enzimas que contribuyen a este proceso. También hizo que los hongos mágicos se convirtieran en un tema tabú, impidiendo el estudio de su relevancia histórica. O, al menos, hasta hace muy poco.

EL RESURGIMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN DE LAS SETAS ALUCINÓGENAS

El Doctor Jason Slot es un pionero y una referencia científica de este renacimiento del estudio de sustancias alucinógenas. Él mismo probó las setas en su juventud, y cree que es lo que le condujo hacia la ciencia. Más adelante, se convirtió en micólogo, un científico especializado en el estudio de los hongos, y se dedicó a estudiar las setas que había ingerido cuando era más joven.

En 2018, él y su equipo de la Universidad de Ohio comenzaron a investigar por qué los hongos mágicos se hicieron "mágicos", y cómo algunas setas que están muy distanciadas en el árbol genealógico de los hongos, desarrollaron la capacidad de producir psilocibina.

CÓMO Y POR QUÉ DESARROLLARON SU MAGIA LAS SETAS: LO QUE DICE LA CIENCIA

Existen alrededor de 200 especies de setas que producen psilocibina. La psilocibina es el profármaco que nuestro sistema procesa en psilocina; y la psilocina es, básicamente, lo que induce un viaje después de ingerir setas.

En lo que respecta a la evolución de las setas, y cómo adquirieron las diferentes especies su "magia", existen dos hipótesis principales. Por un lado, podría ser que todas las setas tuvieran una vez la capacidad de producir psilocibina, y solo unas "pocas" la han conservado hasta el día de hoy. Pero el Dr. Slot et al. creen que esta hipótesis no se sostiene. En su lugar, proponen la teoría de una transferencia genética horizontal para explicar la capacidad de la psilocibina para propagarse de forma tan dispar y aparentemente aleatoria.

"Transferencia genética horizontal" significa que una determinada característica no pasa de padres a hijos, sino que da un salto entre individuos no relacionados entre sí. Por lo general, la tasa de transferencia horizontal es alta en genes pertenecientes al mismo clúster. De hecho, un clúster generalmente contiene todas las reglas necesarias para que tenga lugar un determinado proceso metabólico.

Este tipo de transferencia no es común entre hongos complejos, pero el hecho de que la síntesis de psilocibina ocurra de forma irregular en el árbol genealógico de los hongos - incluso los líquenes pertenecen a este grupo - indujo a los científicos a creer que esta podría ser la explicación.

El equipo del Dr. Slot aisló cinco genes que conjuntamente produjeron todas las enzimas necesarias para sintetizar la psilocibina, y que se comparten entre todas las especies de hongos alucinógenos - pero no entre sus parientes no psicodélicos. Estos genes parecen haberse difundido saltando de una especie a otra. ¿Qué pudo haber causado esta transferencia?

LA LUCHA CONTRA LOS DEPREDADORES: ¿TRABAJABAN LAS SETAS MÁGICAS JUNTAS?

Slot observó que estos genes descomponían la madera podrida y el estiércol animal, unos ecosistemas que también comparten numerosos insectos fungívoros. El equipo no pasó esto por alto: tal vez la presión de estos depredadores hizo que los distintos hongos urdieran una forma de combatirlos. Pero, ¿cómo?

Se sospecha que las setas desarrollaron la psilocibina para drogar a sus oponentes. De hecho, la psilocibina nos afecta a los humanos porque tiene una forma que se adapta a los receptores de serotonina del cerebro. Estos receptores se desarrollaron muy temprano en la historia de la vida sobre la Tierra, y también los tienen los insectos. Como te puedes imaginar, es difícil saber si un insecto está alucinando, y aún más, investigar lo que sienten bajo los efectos de las setas.

No obstante, de los experimentos del Dr. Slot surgió algo muy interesante: la psilocibina afecta al apetito de los insectos. ¡Bingo! Si unimos todas las piezas de esta teoría, tal vez las primeras setas que fueron capaces de producir psilocibina fueron también las que consiguieron mantenerse a salvo de los depredadores en entornos de madera podrida y estiércol.

COMPARTIENDO EL CONOCIMIENTO: LAS SETAS PROPAGAN SU MAGIA

Posteriormente, se cree que los genes se propagaron de alguna manera a otras especies, aunque sobre esto también existen diversas hipótesis. Según Slot, los hongos pueden absorber ADN de su entorno en momentos de gran estrés, y esto es lo que sucedió con este grupo de genes. La otra hipótesis es que los primeros hongos de psilocibina se fusionaron con otros hongos y compartieron los genes mencionados. De cualquier forma, la magia se propagó - y según Slot y sus colegas, así es como acabamos con este grupo de alrededor de 200 especies de hongos mágicos.

Es importante tener en mente que todo lo que hemos comentado es conjetura, aunque basada en pruebas convincentes pero circunstanciales. Esto es solo el comienzo de una investigación más profunda de las sustancias psicodélicas, y aún queda mucho trabajo por hacer.