Compañeros de viaje: una guía completa

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Compañeros de viaje: una guía completa

Las sustancias psicoactivas son poderosas herramientas para abrir las puertas de la consciencia y, si se usan correctamente, puedes descubrir verdades absolutas e incorporar grandes reflexiones a lo más profundo de tu ser. Tener a alguien que te oriente y facilite un entorno agradable durante esta experiencia, la lleva a un nuevo nivel.

A veces, las experiencias psicotrópicas pueden llegar a dar miedo y generar confusión, por lo que para principiantes y consumidores inexpertos, nosotros recomendamos estar siempre acompañado por un "compañero de viaje". A continuación desarrollamos una guía para desempeñar este papel con éxito. Esta guía asume que ya eres capaz de distinguir entre síntomas inofensivos y aquellos que son potencialmente peligrosos para la vida del consumidor. En caso de duda, siempre es mejor consultar a los servicios de emergencia que ser responsable de una posible secuela física.

¿QUÉ ES UN COMPAÑERO DE VIAJE?

El papel de un compañero de viaje es fundamentalmente ofrecer una compañía reconfortante y agradable durante la experiencia psicotrópica. Un compañero de viaje será preferiblemente un buen amigo del consumidor y, a poder ser, alguien con una gran experiencia tanto con medicinas psicodélicas como con prácticas espirituales. Observar a una persona durante su experiencia psicotrópica podría revelar mucho sobre sus pensamientos, así que es importante que el consumidor confíe en su compañero, y viceversa. Que te inviten a ser el compañero de alguien es un gran honor y privilegio, y deberías tomártelo con precaución y respeto.

"El compañero de viaje es como la torre de control del aeropuerto. Siempre está ahí para recibir mensajes y consultas desde aviones a miles de metros de altitud. Siempre disponibles para ayudarles a seguir su ruta, para ayudarles a llegar a su destino. Un controlador aéreo que impone su propia personalidad y su forma de trabajar es algo inaudito. Los pilotos tienen su propio plan de vuelo, sus propios objetivos y la torre de control está lista para asistir a quien lo necesite. Al piloto le reconforta saber que un experto que ha guiado miles de vuelos está ahí abajo, dispuesto a ayudar. Pero supongamos que el piloto tiene razones para sospechar que la torre de control persigue sus propios objetivos y podría estar manipulando el avión hacia sus intereses. El vínculo de confianza y seguridad se desmoronaría."
-Timothy Leary

Un buen compañero tiene experiencia, es paciente, tranquilo y comprensivo. Un buen compañero de viaje está en la misma frecuencia de onda que el consumidor, le entiende y sabe qué está intentando alcanzar al tomar un compuesto psicodélico.

ANTES DEL VIAJE

Es importante que antes del viaje hayas hecho todos los preparativos necesarios para asegurarte de que tu amigo tenga una experiencia agradable. El estado mental previo y el entorno tienen una importancia clave al preparar una experiencia psicodélica. Llévala a cabo en un lugar seguro y cómodo. Los entornos naturales son los mejores, como un bosque o algún sitio con vistas preciosas. Es importante asegurarte de que nada te molestará durante la duración del viaje. Si no hay lugares tranquilos, naturales o si el consumidor es principiante, entonces plantéate realizarlo en un lugar en el que se sienta seguro, como su propia habitación. Una experiencia psicodélica puede durar bastante tiempo, así que tráete un aperitivo y quizás un libro para leer. Es bueno planificar qué hacer después, como prepararle la cama o llevarlo a casa. Si estás en la naturaleza quizás hasta te puedas plantear acampar y pasar la noche fuera.

A continuación, asegúrate de que los teléfonos están desconectados durante toda la experiencia, nadie quiere recibir una llamada o mensaje con malas noticias mientras están de viaje. Sea lo que sea, puede esperar, así que apaga los móviles. Lo mismo con las redes sociales, si parte del plan es usar internet para reproducir música o vídeos, quizás deberías ser tú quien se encargue del ordenador.

Otro paso previo importante es haber investigado en profundidad la sustancia en cuestión, como la farmacología de la droga y los comentarios sobre sus viajes en internet, para saber qué te puedes esperar. Si el consumidor es un principiante, es importante que te considere experto en la materia, para que siga sintiéndose reconfortado y seguro porque su compañero sabrá cómo cuidar de él. Comprueba que las drogas que se van a consumir son las que se suponen que tienen que ser. Si se trata de setas, asegúrate de que sean de la variedad indicada y en la dosis adecuada para tu amigo. Además deberá estar sobrio cuando la sesión comience y jamás mezclar sustancias, aunque muchos consumidores de setas experimentados afirman que fumar un poco de marihuana o de hachís en el punto álgido les ayuda a aliviar las ansiedades y a calmar las náuseas estomacales que algunos sufren.

DURANTE EL VIAJE

Cuando tanto tú como el consumidor estáis cómodos e instalados, dale su dosis y explícale que en esta situación no existe juicio, el espacio en el que estáis es su espacio y debería sentirse libre de actuar y expresarse como quiera mientras esté bajo la influencia de la sustancia. Como buen compañero de viaje, es tu deber estar presente durante toda la experiencia y arropar a tu compañero con todo el cuidado y atención que necesita, si es que en algún momento lo necesita. En algunos casos, o si eres un gran experto, podría ser interesante guiarlos a lo largo de la experiencia usando la meditación y la visualización. Sin embargo, el enfoque preferido normalmente es adoptar una actitud más pasiva y simplemente acompañar al consumidor en silencio mientras explora su consciencia. En estos casos, el compañero no se suele involucrar, excepto por ejemplo para traer un vaso de agua u ofrecer una voz conocida y serena si el consumidor se siente incómodo, ansioso o tiene cualquier tipo de duda durante su experiencia. Haz todo lo posible para minimizar sus miedos y maximizar el confort, ayudando así a ampliar su viaje.

Uno de los aspectos más importantes es no entorpecer la experiencia. Deja que el consumidor decida qué ocurre durante la experiencia todo el tiempo que sea necesario, ya se trate de música, conversaciones o actividades. Lo peor que un compañero puede hacer es preguntar constantemente al consumidor: "¿Estás bien?". Básicamente, tu función es hacer que se sienta reconfortado, responder a las preguntas que pueda tener sobre su viaje y finalmente (sobre todo si empieza a ser arrastrado en las profundidades de su espíritu), tu papel es traerlo de nuevo a la realidad poco a poco.

MANEJAR EXPERIENCIAS COMPLICADAS

Si el consumidor parece estar incómodo o pasando un mal rato, pregúntale amablemente si necesita algo. Debes estar ahí. Intenta relacionar lo que él está experimentando con tus propios conocimientos. Asegúrale que todo está bajo control y que cuidarás de él. No presiones al consumidor, garantízale que estás ahí para él si te necesita, pero más allá de esto, salvo que tenga preguntas o le apetezca hablar, simplemente déjale hacer lo que le plazca (siempre y cuando no se ponga en peligro físicamente).

Mientras se está bajo la influencia de un compuesto psicoactivo, es fácil olvidar quién eres, dónde estás, o incluso qué has tomado. A veces, puede parecer que ese estado va a durar para siempre. Confirma al consumidor que ha ingerido una droga psicodélica y que volverá a su estado "normal" con el tiempo. Aunque no es habitual, sí es normal atravesar una crisis espiritual bajo la influencia de determinadas sustancias y todo irá bien si simplemente nos relajamos y dejamos que las cosas sigan su cauce.

En otras ocasiones, se pueden sufrir paranoias y el consumidor perderá la confianza en su compañero. Cuando esto ocurre lo mejor es dejarle solo y vigilarlo más discretamente, retírate y no le mires fijamente. Mantén la calma y no hagas nada que pueda aumentar su paranoia o desconfianza. Recuerda que tu objetivo fundamental es minimizar los riesgos de que sufra daños físicos o emocionales. Todo lo demás es un proceso que el consumidor necesita atravesar por sí mismo.

Una buena táctica es cambiar el entorno. Esto podría ser tan sencillo como encender o apagar la luz, moverse a un lugar distinto o incluso envolver al consumidor en una manta. A menudo, un pequeño cambio sobre el ambiente puede ser suficiente para cambiar la situación del consumidor y quizás pueda usar este cambio como vehículo para transportarse a un lugar más cómodo. Sin embargo, es importante no forzar nunca a tu amigo a cambiar el entorno o tocarle, debe hacerse siempre con su consentimiento. De lo contrario podrías empeorar la situación.

Podrías intentar otros métodos, como ejercicios de respiración, meditación del arraigo o ¡hasta cantar! Cantar ayuda a calmar al consumidor porque esta actividad libera dopamina en el cerebro. Canta y te sentirás mejor, así que quizás el consumidor se mueva en una dirección más positiva también.

Un aspecto que es importante recordar, es que aunque una crisis espiritual no suele ser cómoda ni divertida de ninguna manera, es parte de los procesos naturales del individuo, y deberían entenderse como una forma de curación en lugar de un problema que tiene que ser solucionado.

CIERTAS COSAS A TENER MANO

Un libro para leer: en ocasiones tu amigo sólo querrá tumbarse y dejar que su mente le lleve de viaje, mientras tú no tendrás mucho que hacer. Mantente ocupado leyendo mientras sigues atento a las necesidades de tu amigo.

Agua: algo que todo el mundo debería beber en gran cantidad. Es importante mantenerse hidratado incluso si tú no consumes ninguna sustancia psicoactiva. Asegúrate de que tu amigo beba suficiente durante todo el viaje.

Té de hierbas: una gran alternativa al agua. La camomila es calmante y relajante, mientras el limón y el jengibre son revitalizantes y energéticos.

Picoteo: a la mayoría de los consumidores no les gusta comerse un plato mientras están bajo la influencia, pero los aperitivos pueden ser muy interesantes. Alimentos naturales como la fruta son estupendos, y ¿a quién no le gusta el chocolate?

Juegos: cosas divertidas para estimular al consumidor. Pulseras luminosas, plastilina, un yo-yo, cubos de Rubik... ¡sé creativo! Muchas cosas triviales de nuestra vida diaria pueden ser muy interesantes y divertidas durante estas sesiones.

Música: ¡esencial! Los psicodélicos suelen aumentar la apreciación de la música, así que tocar instrumentos o cantar una de nuestras canciones preferidas puede potenciar mucho un viaje.

Elementos naturales: plantas, cristales, piedras preciosas, trozos de madera o conchas pueden ser objetos divertidos para observar y jugar. Las visiones de las setas potencian los patrones de la naturaleza, por lo que puede ser increíble bajo la influencia de ciertas sustancias.

Herramientas para la creatividad: papel y lápices de colores para dibujar o escribir. A veces los pensamientos que vienen a tu mente cuando consumes estas sustancias pueden ser complicados de expresar con palabras, y las imágenes son un gran vehículo para plasmar las profundidades de nuestras consciencias.

DESPUÉS DEL VIAJE

Cuando los efectos del compuesto psicodélico empiezan a apagarse y tu amigo siente que su viaje "está bajando", la situación se suele tranquilizar bastante. Ahora es un buen momento para la conversación, escuchar música o ver una película que ya teníamos preparada. Los viajes pueden ser agotadores, así que es bueno no volvernos muy activos en esta etapa. Cuando llegue la hora de ir a la cama, espera un rato desde que tu amigo parezca haberse quedado dormido. Los efectos de las sustancias psicodélicas pueden llegar por rachas, así que quizás puedas pensar que todo se ha acabado y que todavía no sea así. Espera despierto cerca de tu amigo hasta el momento en que estés seguro de que ya no se despertarán necesitando algo.

EL DÍA SIGUIENTE

Tu trabajo como compañero de viaje no ha terminado. Ni siquiera al día siguiente, ni en los próximos días o incluso semanas. El viaje de tu amigo fue (esperemos) una poderosa experiencia que habéis pasado juntos, que habéis compartido. Por eso, tu trabajo como compañero es ayudar a tu amigo a integrar esa experiencia en su vida. Quizás recuerdes alguna de las cosas que dijo mientras estaba bajo la influencia. Hablar de la experiencia una vez se ha vivido, podría ser una gran forma de ayudarle a darle sentido y obtener lecciones de vida muy profundas. Intenta no forzar la conversación, debe ser tu amigo quien lo internalice y acuda a ti si lo necesita. Recuerda lo que decíamos, estás ahí para ofrecer asistencia, nunca para forzarla.

Con la ayuda de esta guía, deberías tener los conocimientos necesarios para proporcionar a tus amigos experiencias cómodas y seguras. ¡Buena suerte y feliz viaje!